“¿Cuánto falta para llegar?” “¿Podemos parar a hacer pipí?” “¡Mi herman@ me está molestando!” “¿Ya falta menos para que lleguemos?” “¡Tengo mucho sueño!” “¿Podemos parar otra vez?” “¡Es que no me deja en paaaaz!” “¿Y cuánto falta ahora?” Seguro que si has hecho un viaje largo con niños te suenan todas estas frases. Y es que tener a varios “enanos” metidos en el coche durante varias horas seguidas es un tormento para ellos… y para los adultos. Los entretenimientos habituales (charlar, juegos de viaje tradicionales, mirar el paisaje…) se agotan pronto, junto a la más que necesaria paciencia para resistir sin levantar la voz. Por suerte, hoy en día contamos con recursos para salir adelante en situaciones como ésta. Basta con dejarles un rato (‘¡sin abusar!) tu dispositivo Android para disfrutar, en silencio, de su compañía.¡. Pero antes de poner el tablet en manos de tus hijos, hay unas cuentas cosa que debes saber.
– Cuidado con tus datos.

Si se trata de tu dispositivo personal, asegúrate de contar con una copia de seguridad y de que no pueden acceder a tus datos. No hay nada más peligroso para la información importante que ponerla al alcance de un niño. Además, te puedes encontrar con que le han enviado un email a tu jefe… o con que han visto algo que no deberían. Lo mejor es que compruebes si tu tablet tiene el modo multiusuario (las últimas versiones de Android lo incluyen, pero algunos fabricantes lo eliminan) y crees una cuenta de invitado para que tus hijos puedan jugar sin peligro. Otra opción es emplear una app como Hexlock para bloquear el acceso a aplicaciones, imágenes, mensajes, etc.
– Pagos en app.

Hay muchos juegos que, aunque son gratuitos, ofrecen la posibilidad de hacer compras mientras juegas: vidas extra, desbloqueo de niveles, ventajas, skins… En realidad no son gratis en sentido estricto (“free”, en inglés), sino que siguen un modelo de negocio conocido como “freemium”, “free-to-play” o, como muchos los llaman irónicamente, “pay-to-win”. Así que ten cuidado si tienes configurada en tu dispositivo la posibilidad de hacer pagos, En ocasiones la compra se realiza con apenas pulsar un botón y un niño puede que ni siquiera se esté dando cuenta de que está gastando dinero real mientras está concentrado en el juego. Así que lo mejor es que bloquees las compras con el dispositivo o que las configures para que sea necesaria una contraseña para poder realizarlas.
– Conexión a Internet.

Muchos juegos y aplicaciones necesitan acceso a Internet para funcionar. Si tu tablet tiene una SIM con conexión de datos, obviamente no hay problema. Si no lo tienes, puedes compartir muy fácilmente la conexión de otro dispositivo. Pero mucho ojo con el uso que le dan. Como te descuides, pueden terminar con los datos que tienes contratados con el operador a base de ver vídeos en YouTube y de descargar nuevos juegos. Así que o bien optas por juegos “offline” u otra cosa de la que debes estar pendiente
– Usa una buena funda.

Y si es con protector de pantalla, mejor. El test de resistencia más exigente para cualquier dispositivo es ponerlo en manos de un niño. Una funda es la mejor forma de evitar que se produzcan daños físicos en el tablet ante los inevitables golpes y caídas.
– No abuses de las pantallas.

Darles el tablet a los niños y olvidarse de ellos es un recurso fácil, pero puede traer problemas a largo plazo. Intenta restringir su uso por parte de los niños. controla el tiempo que lo utilizan y altérnalo con otras actividades. Incluso mientras lo están usando: ponles una película usando un soporte de pantalla, conéctalo a un altavoz portátil y déjalos que pongan música para todos, busca juegos en los que pueda participar… seguro que hay muchas cosas que podéis hacer.